sábado, 28 de junio de 2014

Día 7: Remember

Hoy a vuelto a llover después de varios días de sol y mucho calor. Antes de la oración del medio día hemos ido a una granja de cabras que hay muy cerquita de la casa. Hemos podido entrar a ver las cabras y tocarlas. Pedro estaba feliz, aunque ha tenido un momento remember como tuvo su padre hace muchos años, cuando un grupo de cabras lo acorraló para quitarle la comida. A Pedro solo le ha acorralado una cabra, pero ha pasado el mismo miedo que su padre. De todas formas era para temerla porque la cabra mordía. Hemos comprado unos quesos, a ver si nos duran para cuando lleguemos a Madrid. En la tienda mi cuñado Miguelo se hubiera derretido porque había quesos, leches frescas, yogures, licores.... Para cuando vengas tú otro año, ya sabes.




Esta tarde hemos tenido una tormenta de granizo enorme, pero no era granizo como granitos de arroz, eran cubitos de hielo!! De hecho cuando Luis y yo hemos ido a la oración de la noche, en el coche hemos sufrido un tormentón de esos que no se ve nada y hemos tenido que pararnos en mitad de la carretera a esperar a que se pasara.







La oración de la noche ha sido muy bonita. En un momento dado, hemos ido encendiendo unas velas que han prendido del cirio pascual y toda la capilla se ha quedado iluminada. También al final de la oración dos hermanos han cogido el icono de la resurrección de Jesús y lo han puesto atrás para que la gente lo adorase.






Ya va quedando poco para terminar esta bonita experiencia. Mañana hay una eucaristía a las 10:00 y nosotros iremos ya con las maletas en el coche para salir justo después hacia Barcelona.
Esta tarde nos hemos juntado los seis para hacer evaluación de lo que han sido estos días para nosotros. El sentir general es que ha sido una experiencia gratificante compartirlo juntos. Después hemos repartido unas cruces que compramos el otro día en Taizé que son el símbolo de lo vivido.


Esta semana he podido tener un acercamiento con la Iglesia y con la oración comunitaria que hacía tiempo que no tenía. Evidentemente viniendo con niños, no es la misma vivencia porque hay cosas que te tienes que perder por cuidarles, pero aún así creo que si eres capaz de aprovechar los momentos de oración personal y comunitaria, los beneficios son estupendos. Es una experiencia que recomiendo a todo el mundo, especialmente a mi comunidad de Moratalaz que ha tenido este año algunos altibajos.

Hoy la antífona es la elegida por el hermano Eduardo. Con ella nos invita a seguir confiando en Dios.

https://www.youtube.com/watch?v=MKaYn_fWEaw&feature=kp


Nos vamos a dormir ya que mañana toca madrugar. Un beso muy fuerte. Me despido con una foto de mi equipo de hombres que me han cuidado y mimado estos días....


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